El metro cuadrado de obra terminada de una casa promedio cuesta hoy 24.660,77 pesos.Hace un año, esa misma superficie costaba 16.129,90 pesos y, en 2017, 12.830,97 pesos.
El costo de la construcción subió en Salta 8.530,87 pesos en un año al pasar de 16.129,90 a 24.660,77 pesos entre marzo de 2018 y el mismo mes de este año, lo que implica un incremento del 52,8%, de acuerdo a los datos publicados por el Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesionales Afines (Copaipa).
En la comparación con el mes anterior, el aumento fue del 3,23%, ya que en febrero el costo por metro cuadrado ascendía a 23.888,77 pesos.
Si se toman los tres primeros meses del año, la evolución del precio por construir un metro cuadrado se incrementó el 4,56%, al pasar de 23.584,53 a 24.660,77 pesos.
De acuerdo a los valores de referencia que publica mensualmente la institución que nuclea a los profesionales de la construcción, estas cifras incluyen aproximadamente 55 por ciento en concepto de mano de obra.
Los datos que publica la institución son elaborados a partir de lo que la Provincia abona y difunde en base a todos los pagos y las certificaciones que hace. Es un dato oficial que el Copaipa toma para luego elaborar su índice que incluye obras de viviendas o comerciales.
En diálogo con El Tribuno, el vicepresidente del Copaipa, Felipe Biella, manifestó que “la mano de obra estimada que oscila entre el 45 y el 55 por ciento, teniendo en cuenta que la variación de este ítem no es igual que la de los materiales”.
“La variación de la mano de obra se produce cuando aplican los acuerdos por el convenio colectivo, entonces en algún mes tiene una suba de un 15 o 20 por ciento y después se mantiene estable; mientras que los materiales van subiendo mes a mes. Por eso es que no tiene una determinación permanente sino que va variando”, explicó.
La mano de obra incluye además las cargas sociales, viáticos y premios. “Por ejemplo, por cada 100 pesos que la empresa le paga a un operario de bolsillo, al empresario le cuesta entre 197 y 203 pesos. Es elevadísimo el aporte en todo concepto, porque tiene un régimen especial la industria de la construcción con la mano de obra que tiene que ver con una serie de cosas que son muy beneficiosas pero también muy onerosas”, detalló Biella e indicó que “uno de esos beneficios es el hecho de que cuando se finaliza una obra o, por cualquier motivo se despide a un operario, siempre tiene derecho a su indemnización, que es el fondo de desempleo, que ni siquiera se lo paga el empresario sino que lo cobra directamente en el banco”.
Por otra parte, Biella señaló que desde la institución que integra “no hemos notado en el ámbito privado una disminución sensible, sí bajó un poco la cantidad de presentaciones de proyectos pero no son números alarmantes”.
“No hay paralizaciones, pero sí algunas obras que se están retrasando, que estaban pensadas con un plazo de 12 meses y se están haciendo en 18. La crisis que se vive afecta a todos los rubros”, consideró.
Finalmente, indicó que “donde sí notamos una disminución mayor es en la obra pública, como que no se están iniciando cosas que no hayan estado ya en marcha en los últimos meses”.
Sensible caída en Salta
El presidente del Colegio de Maestros Mayores de Obras y Técnicos Relacionados con la Construcción en la Provincia de Salta, Gabriel Torres, consideró que la actividad cayó entre un 40 y un 60 por ciento entre los últimos meses del año pasado y lo que va del 2019. “La actividad de la construcción era normal hasta principios de año, aunque desde fines del 2018 ya había empezado a notarse una merma en la demanda de la construcción, principalmente a nivel profesional”, indicó en diálogo con El Tribuno.
“Uno sigue viendo que en la calle la construcción continúa, pero nuestros colegas informan de una baja en la demanda de sus servicios”, advirtió Torres y analizó que “por la situación económica, la gente empieza a recurrir a personas sin título que le resuelven la construcción, pero esto tiene la consecuencia de que ese tipo de mano de obra no tiene garantía. El albañil hace su trabajo y se va, y no responde por fallas que pudieran surgir luego en el trabajo que realizaron. A veces la gente por ahorrarse unos pesos termina gastando el doble”.
Torres afirmó que “la crisis se ha acentuado. Nuestra institución se sostiene con la certificación de las documentaciones de nuestros afiliados y de sus matrículas y, al no haber trabajo, muchos colegas prefieren solicitar una licencia, no ingresan documentaciones porque además hay muchas trabas burocráticas para la aprobación de obras por parte de organismos oficiales y esta situación lleva a los contribuyentes a desistir de la idea ante la cantidad de obstáculos que pone el municipio”.
“Muchos colegas están sin trabajo y no pueden mantener la matrícula, entonces piden licencia y se van a trabajar de otra cosa, se dedican a otra actividad porque la construcción está paralizada”, lamentó el titular del Colegio de Maestros Mayores de Obras y agregó que, “para sobrevivir, algunos bajan sus precios por debajo de los recomendados y de esa manera buscan competir con los albañiles y, si bien eso no corresponde, no tienen alternativa”.
Baja de matriculados
Finalmente, alertó que un 10 por ciento de los matriculados pidió licencia en lo que va del año: “De 600 colegas que teníamos en la institución, unos 60 hicieron uso de esta herramienta”.
“Si el Gobierno toma la decisión de retomar la obra pública, esto se mejora enseguida”, afirmó Torres y agregó que “lo mismo ocurriría si el municipio flexibiliza un poco los requisitos que exigen para que la gente pueda poner en regla sus construcciones en la medida que cumplan con las normas de seguridad y de funcionalidad básicas necesarias”.
El Colegio de Maestros Mayores de Obras y Técnicos Relacionados con la Construcción en la Provincia de Salta funciona en Mitre 821, portero N°1. Quienes lo necesiten, pueden acceder en ese lugar al padrón de los matriculados de la institución y recibir asesoramiento gratuito de lunes a viernes de 8.30 a 12.30 y de 16.30 a 20.30.
Fuente: eltribuno.com