El fallecimiento del Arquitecto Cesar Pelli nos obliga a realizar un análisis de lo que es capaz de lograr una persona con su esfuerzo, perseverancia y profesionalidad, con independencia del oficio o la profesión que desempeñe. Este Maestro de la arquitectura, de nacionalidad argentina, nacido en la provincia de Tucumán, fue creciendo exponencialmente como consecuencia de su trabajo y esfuerzo, realizando importantísimas obras a nivel nacional e internacional. Los arquitectos hablarán de ello con el rigorismo científico que el tema merece, explicando detalladamente sus magníficas obras. Pero, en lo que verdaderamente deseo detenerme y tomar como ejemplo de este renombrado profesional se circunscribe en que la dedicación, el amor por lo que nos apasiona, el estudio exhaustivo de un proyecto, el despertar creando nuevas iniciativas, innovando día a día, el no dar absolutamente nada como una verdad revelada, sino que cada decisión a tomar sea pasible de un cuestionamiento o disenso y que del mismo surja una conclusión superadora, es lo que siempre se destaca respecto a estos hombres que trascienden ya que, si el Arquitecto Pelli nada de lo antedicho hubiese realizado, hoy su fallecimiento no sería noticia a nivel nacional como internacional.
La profesión que uno elige en ciertos casos demanda exigencias difíciles de soportar, lo cual sería materialmente imposible de afrontar sin el apoyo y contención de los seres queridos, quienes muchas veces deben ceder a aquerenciarse en la usualmente denominada “zona de confort” y establecerse en lugares desconocidos armando una nueva rutina.
Su gran pasión fue la gran inspiración de sus obras. Un argentino que nos representó ante el mundo y dejó su huella en cada obra arquitectónica de envergadura creada en diversos países. Tenía 92 años. Me resisto a creer que por su cabeza le haya pasado en algún momento la idea de un retiro o de una jubilación. Estos hombres, por mayor edad que revele su documento de identidad, nunca dejarán de encontrarse actualizados, activos, mirando de reojos lo que realizan sus discípulos profesionales, asesorando, poniendo en valor su experiencia adquirida, enseñando y también aprendiendo. El Arquitecto Cesar Pelli falleció. Pero él jamás pasará inadvertido para las futuras generaciones y perdurará su nombre en cada obra realizada. Su esfuerzo y su pasión será la fuente de inspiración de muchos profesionales que soñarán con imitarlo.