Ofrece mayor transparencia en la obra pública, además de la posibilidad de optimizar la inversión.
BIM, Building Information Modeling, es una metodología que permite crear simulaciones digitales de diseño, manejando coordinadamente toda la información que conlleva un proyecto de arquitectura.
“Una metodología cuyo grado de adopción verifica un incremento progresivo transformándose así en un nuevo estándar para el sector, especialmente cuando es pensada en el marco más amplio de la digitalización”, destaca un informe de la Cámara de la Construcción, Camarco.
Los proyectos modelados con BIM pueden incluir los productos y materiales reales que se utilizarán para construirlos, incorporando su geometría, sus características, su costo y la información de contacto para adquirirlos una vez aprobados.
Hasta ahora, esta metodología se encontraba circunscripta a proyectos de gran envergadura ejecutados por grandes empresas del sector.
Sin embargo, la tendencia muestra un escenario de mucha mayor difusión de su capacidad para incrementar la productividad en la construcción y poder generar mejores proyectos, con menor costo y en menos tiempo.
En países cercanos como Chile, prevén adoptar un plan progresivo que tiene como meta la utilización de BIM para el desarrollo y operación de proyectos de edificación e infraestructura pública para el año 2025.
En el ámbito de las obras privadas el BIM también va calando progresivamente, los estudios de arquitectura más importantes ya se plantean la posibilidad de migrar de plataforma, una decisión que involucra una inversión económica y de tiempo que también ponen en la balanza.
Fuente: https://www.impulsonegocios.com/