Entre los productos que fabrica UNICER están los ladrillos portantes Klimablock que agilizan el proceso constructivo y tienen distintas medidas que se adaptan al diseño, espacio y confort requerido, entre otros beneficios.
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Los materiales de la construcción fueron cambiando a lo largo del tiempo para generar la mayor eficiencia posible, en línea con una tecnología adecuada para promover viviendas sanas, de calidad y con durabilidad. En este sentido, UNICER avanza y se reconfigura para lograr este objetivo: su línea de ladrillos termoeficientes incluye a los Doble Pared y la Familia Klimablock, que se destacan por su excelencia en materia sustentable y eficiencia energética.
El Klimablock es un tipo de ladrillo de alta tecnología, que acompaña las nuevas tendencias en la construcción tradicional y responsable ambientalmente hablando. Además, colabora con la salud, el bienestar y la economía de recursos energéticos a futuro. Es una tipología que se utiliza para paredes portantes y cerramientos exteriores. Tiene una óptima aislación de la humedad, térmica, acústica y al fuego.
Uno de los factores que destacan a los ladrillos de UNICER son sus propiedades específicas para cada tipo de construcción, pero también su amplitud. Los Klimablock, por su gran ahorro de mano de obra, tiempo y material, están recomendados para cualquier tipo de vivienda que quiera tener altas prestaciones en confort energético, salud y bienestar. Así lo explicó la arquitecta Sandra Amerise, responsable del Departamento de Sustentabilidad. Y opinó: “Creo en la responsabilidad los profesionales, que sepan guiar correctamente a sus clientes a la hora de aconsejar sobre los materiales que serán la base fundamental de la vivienda, hospital o escuela que se construya”.
La importancia de crear viviendas sanas, por otra parte, es fundamental para promover la buena salud desde las prácticas constructivas. Los problemas físicos que puede generar una vivienda con materiales nocivos van desde alergias hasta enfermedades bronquiales. Ahí radica la importancia de utilizar materiales naturales. “Los ladrillos Klimablock no tienen agregados artificiales en su cocción y rara vez generará alergias en la piel o bronquiales”, destacó Amerise. Además, subrayó: “Tampoco generan combustión si hay fuego, evitando la toxicidad del aire en situaciones de incendio”.
En ese sentido, la calidad del aire está dada por la cantidad de celdas que posee, una de las novedades principales de estos ladrillos. Estos huecos facilitan la aislación térmica, que incide en el bienestar a futuro.
“Una vivienda bien ejecutada desde su origen puede llegar a un 25 % de ahorro energético medible en pesos”, indicó la arquitecta. Esto implica que no sólo son tecnologías que ayudan a la salud, sino que presentan un beneficio a futuro en ahorro, beneficiando al medioambiente y a los habitantes.
Hay dos medidas de ladrillos Klimablock: 27x19x20 y 27x25x20. A estas se les suman los ladrillos que forman la Familia Klimablock, en la que se incluyen los ladrillos dintel (27x19x25cm), especiales para las aberturas superiores entre las ventanas o puertas y los muros, y columna, que son de 13,5x19x33.5 cm.
Según explicó Amerise, las diferentes medidas sirven para poder adaptarse a distintos requerimientos de diseño, espacio y confort. “Un dato interesante a resaltar es que el Klimablock tiene un sistema de encastre vertical que hace que su colocación sea más fácil en obra y permite reducir en un alto porcentaje el mal uso de los morteros. En zonas no sísmicas, la junta vertical no es necesaria, sin embargo, siempre se hace, gastando más material del necesario, generando más peso en las paredes, más puentes térmicos, más gasto de tiempo y mano de obra. Esto se traduce en más dinero para la misma pared. El encastre evita esto desde la primera hilada”, especificó.
El ahorrar tiempo en una obra no solo tiene que ver con la mano de obra y los materiales. También debe estar correctamente planificada para poder avanzar correctamente entre todos los gremios. Por eso, desde UNICER ofrecen servicios de asesoramiento en ejecución de muros, correctas aislaciones, análisis y soluciones de puentes térmicos y diagramación del muro con sus respectivos cálculos. “Toda esta documentación y capacitación previa harán que la ejecución de la obra con productos de nuevas tecnologías sea más rápida y eficiente”, aseguró la arquitecta.
De esta manera, una vivienda construida con ladrillos Klimablock implicará una vivienda mejor aislada, con menor gasto energético, con la humedad interior justa para no generar problemas en salud, ni situaciones de discomfort. Serán viviendas con una inercia térmica favorable, manteniendo por más tiempo las temperaturas internas, ya sean en el verano como en el invierno, asegurando un menor consumo energético para suplir las pérdidas o ganancias de las temperaturas internas. Estas características, sumadas a la eficiencia en cuanto a durabilidad del sistema constructivo tradicional, hacen del resultado final uno acorde a las necesidades actuales.
“Estamos trabajando para llegar a tener un sistema constructivo Klimablock donde podamos ampliar la familia de ladrillos. Creemos en el potencial de este material, desde lo tecnológico, ambiental, salubridad y rendimiento costo – beneficio. Estamos abiertos a toda sugerencia, porque entendemos que todas las experiencias aseguran mejores caminos futuros”, concluyó Amerise.