El pasado sábado 6 de noviembre en Racedo, provincia de Entre Ríos, se presentó en sociedad Barolo Fonda & Hotel; una gema de la modernidad campestre, emplazada en el corazón del Departamento de Diamante. El evento se realizó en sinergia con la firma Desing Center de la ciudad de Santa Fe, y Patagonia Flooring.
En grupos de a 8, los asistentes a la inauguración eran conducidos por un recorrido por el magnífico lugar mientras el guía contaba la historia de esa pulpería de 1889 hoy reconvertida en un hotel boutique de 4 habitaciones, con una cava, un salón “garaje” ideal para el coworking y un restó para 50 cubiertos, totalmente ambientado y decorado en madera, hierro, cemento y arte.
Cerca de las 15, en una escena casi cinematográfica, descendió del helicóptero de Patagonia Flooring el maestro de ceremonias, Iván De Pineda, quien presentó el evento y entrevistó a los hacedores de este emplazamiento que ya piensa en su expansión a futuro.
Augusto Motta, líder inspiracional del proyecto, recordó a sus antepasados, elogió la figura de su padre Héctor, presente en el acto y de su madre, quien no es asidua de los flashes. Además, el empresario habló sobre lo que significa seguir emprendiendo en el país, pero, más significativamente, en la zona de la que son oriundos y donde ya generan cientos de puestos de trabajo con las plantas de Calisa, una de las empresas avícolas líderes de Argentina.
Después llegó el Momento de Martín Cabral, titular de Design Center y Concepto Muebles, quien ejecutó la obra pies a cabeza y reconoció, entre risas, las peleas y discusiones que tuvo con los demás responsables en la búsqueda de la excelencia, virtud que quedó plasmada en cada detalle de Barolo. Martín trabajó en estrecha colaboración con Alejandra Roteta, interiorista de Design Center,
Para finalizar, Daniel Saramaga, CEO de Patagonia Flooring, reconoció su emoción por ser parte de un proyecto que genera trabajo y que apuesta por una de las regiones más ricas del país. Saramaga no se guardó elogios para la construcción que estaban inaugurando y, en un gesto que demuestra sus convicciones, le entregó el Premio Lignum Vitae, una pieza diseñada por el famoso arquitecto César Pelli hecha en madera nativa argentina. “Este premio es para los que siempre invierten y se la juegan por el país”, dijo mientras le entrega el galardón a Augusto Motta.
Barolo Fonda & Hotel ya es una realidad, en una esquina tranquila de un pueblo tranquilo. Allí en esa pulpería de 1889, que no para nacer.
RESEÑA DEL PROYECTO
Barolo es un proyecto gastronómico y turístico ubicado en la localidad de General Racedo en la provincia de Entre Ríos. El pueblo fue en sus orígenes una estación construida en 1888 en pleno auge ferroviario. En el lugar no había edificaciones salvo una pulpería a escasos metros que abriría sus puertas al año siguiente.
General Racedo estaba a punto de desaparecer, tras el cierre de los ramales ferroviarios y las múltiples crisis económicas sufridas en el país. Paralelamente desde 1989 en adelante Héctor Motta inicia las actividades de lo que sería en poco tiempo una gran empresa avícola que transformaría el pueblo dándole su segundo nacimiento.
Hoy el Racedo quintuplicó la cantidad de habitantes y se transformó en un ejemplo de progreso y armonía entre industria y naturaleza. Entre los tantos proyectos que Grupo Motta impulsa en su comunidad, se destaca este sueño de Augusto Motta basado en recuperar aquella pulpería del siglo XIX que junto a la estación dieron origen al pueblo.
Barolo es una lugar que rinde homenaje a los antepasados italianos de la familia Motta, inmigrantes del Norte de Italia que atraídos por las oportunidades que brindaba la nueva Argentina, trajeron sus ilusiones y sus esfuerzos. Instalaron una fonda y hotel en la ciudad de Crespo, a pocos kilómetros de donde esta casona antigua renace y se reinventa.
Ese homenaje al pasado y al encanto de las cosas bien hechas, se traduce en Barolo en una ambientación vintage y en elementos que rescatan la elegancia de los diseños de motocicletas, automóviles, muebles y del arte de las décadas que van desde 1930 a 1960 de la Europa industrial y romántica.
Barolo es una celebración a la inmigración, la italianidad, la buena comida, los vinos de terruño y el espíritu de progreso que se tradujo en ferrocarriles, industria, producción de alimentos, desarrollo tecnológico, mecánico y artístico.
La Fonda y el Hotel
El proyecto incluye un hotel boutique de cuatro habitaciones, un restaurante, una cava y espacios comunes ambientados por un grupo interdisciplinario a cargo de Design Center de la ciudad de Santa Fe, donde su titular Martín Cabral tomó la totalidad de la obra, planificación de cada espacio y su ejecución hasta el último detalle. La decoradora Alejandra Roteta de Design Center tomó cada uno de los ambientes en los que se combinan diferentes estilos bajo el común denominador de la madera, el hierro y los muebles de diseño de Concepto Muebles.
La piscina y el parque conectan con una amplia galería y con las áreas de Restaurante y el salón Garage. La madera de Patagonia Flooring están presentes en cada rincón, y no sólo en los pisos y decks, sino cubren paredes, se transforman en respaldares o en las delicadas mesas del restaurante.
Con una capacidad aproximada de cincuenta cubiertos, la “fonda” rinde homenaje al pasado familiar con una propuesta gastronómica que incluirá la colaboración de importantes chefs de todo el país.
La Finca y la Cava
En el año 2014 Augusto Motta inició las actividades para la creación de un pequeño viñedo ubicado en la ciudad de Crespo a escasos kilómetros de Racedo, con el objetivo de contribuir al resurgimiento de la vitivinicultura en la provincia de Entre Ríos.
Nació así Finca Vigevano y sus vinos y espumantes Auguri. Barolo, toma su nombre de un vino con denominación de origen que se produce en la localidad del mismo nombre, cercana a Vigevano y este nuevo espacio de alguna manera viene a cerrar un círculo a través de su propuesta gastronómica y de una cava que rendirá homenaje a los mejores vinos del país.