La Legislatura porteña confirmó la suspensión de los permisos de obra para la construcción de torres en la ciudad de Buenos Aires hasta tanto se apruebe el nuevo Código Urbano.
El texto tiene por objetivo frenar cualquier intento de construcción que vaya en contra de la futura normativa. No obstante, no afecta a los pedidos que, al momento de la publicación del decreto, tuviesen otorgada la factibilidad del proyecto de obra, ni tampoco rige para las áreas como Catalinas y Puerto Madero.
La suspensión se aplica para las construcciones que tomen varias parcelas de terreno y se unifiquen, rompiendo con la altura general del barrio y con el ancho de sus calles.
En tanto, no tiene impacto sobre las autorizaciones para edificios, casas u otro tipo de construcciones que respeten las alturas previstas.
En estos días la Legislatura se prepara para tratar los proyectos de los nuevos códigos urbanísticos de edificación y la ley de plusvalía urbana, un paquete de normas que busca actualizar la regla que rige dónde, cuánto y con qué criterios se construye en la Ciudad.
Habrá una división del actual Código de Planeamiento Urbano, que data de 1977 y que hace décadas dejó de resultar funcional.
La nueva normativa se divide en dos: Código Urbanístico y Código de Edificación y plantea, entre otros tantos puntos, una mayor equidad entre el sur y el norte del territorio porteño.
La nueva legislación promete que los barrios bajos seguirán siendo bajos, definiendo las alturas máximas de construcción según la zona y respetando la altura existente.
Determina seis alturas distintas según las zonas, en reemplazo de las 27 que actualmente están vigentes: irán desde planta baja y dos pisos (nueve metros totales), hasta planta baja y 12 pisos (38 metros totales). Además, los vecinos podrán consultar vía web qué se podrá construir en su manzana.