A simple vista, la industria de la construcción, que hasta hace cuatro meses supo ser el principal driver de la actividad económica, está dando algunas señales contradictorias. Mientras caen las obras públicas y en el sector privado se mantiene el ritmo de construcción pero, en general, no comienzan nuevas obras, crece el despacho de cemento y se contraen las ventas de otros insumos de la construcción. Fuentes del sector aseguran que la razón que explica este comportamiento es la necesidad de las empresas (corralones, distribuidores, constructoras) de cubrirse frente al incremento de precios que ya se observa en el sector, con el fin de “ganarle” la pulseada a los fabricantes de insumos que aún no trasladaron completamente la suba del dólar ni el incremento de costos de producción a los precios finales.
Según un reciente informe de la Asociación de Fabricantes de Cemento Portland (AFCP), según el cual en agosto el despacho de cemento al mercado interno (contando importaciones) llegó a 1.115.319 toneladas, un alza del 17,1% frente a julio y una caída de 0,6% en relación a agosto del año pasado. En el acumulado de los primeros ocho meses del año, el consumo interno de cemento registró un avance de 4,2%.Pero apenas 24 horas después, el Índice Construya, que mide la evolución de insumos vendidos por el sector privado (cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos, pinturas, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua) reveló que en agosto cayó 12% el volumen comercializado en comparación al mismo mes del año anterior y 6,7% frente a julio en términos desestacionalizados.Son datos contrapuestos en una economía que hoy está funcionando en modo recesión, con los actores económicos más preocupados por la volatilidad cambiaria que por la inversión. “Me asombra lo del cemento, lo que suele ocurrir con el cemento y en algunos casos con otros insumos, es que a veces los corralones hacen acopio, es lo que estaría pasando ahora. Lo lógico, por cómo está el mercado, es lo que muestra Construya, no lo del cemento”, señala Gustavo Weiss, presidente de la Cámara Argentina de la Construcción.El cemento no es el único caso. Fuentes del sector advierten que en el mercado siderúrgico también prima la cobertura ante el probable aumento de precios. Una empresa líder vende la chapa de acero calculada con un dólar de $35, pero con el descuento por contado se termina pagando un dólar de $32.Además, en algunos segmentos la actividad metalúrgica no cayó, lo que ocurre es que los clientes “están acopiando aunque no venden, es decir, que están tomando posición en chapa, aprovechando que no aumentó en la misma proporción que el dólar”, indican en el sector.