“Hay que transformar las limitaciones en potenciadores de diseño”.Encabezar un proyecto de reestructuración de una obra es un verdadero desafío para los estudios de arquitectura, tanto por lo que implica cumplir las espectativas de los clientes, como también poder aprovechar lo que ya está hecho y utilizarlo a favor.El estudio Faure, Malamud, Riveira Arquitectos fue el encargado de remodelar por completo el edificio que hoy pertenece a la cooperativa Coinag en el rubro bancario. En Salones Puerto Norte -espacio dentro del complejo Ciudad Ribera destinado a la realización de eventos y espectáculos- el trabajo también fue de reestructuración, y se desarrolló en ocho meses.“Hay que transformar las limitaciones en potenciadores de diseño”, cuenta Carlos Malamud.Malamud explica que lo que se busca es “utilizar la fuerza del contrario”, refiriéndose a explotar al máximo las ventajas que implica trabajar sobre una obra existente. Según detallan desde el estudio, se trata de conseguirlo “mediante actualización y renovación de los sistemas y las instalaciones acorde con las últimas tecnologías”.