El predio que ocupaban los edificios e instalaciones de las bodegas Giol y Santa Ana fueron recuperados para la construcción del flamante Polo Tecnológico, sede del MINCYT, la Agencia de Promoción para la Ciencia y el C3. Cómo se desarrolló la sutura urbana proyectada por Parysow Arquitectos + Hauser | Ziblat. Recorrer en dos horas de pleno verano el
es una experiencia fatigosa y emocionante. Construido sobre los antiguos edificios y espacios de las ex Bodegas Giol y Santa Ana, el megaproyecto inaugurado a fines de 2015 cumple con roles diversos y ataca problemas de estructura barrial, rompe barreras, recupera identidad e historia, y genera programas de interés social y uso público. Esta diversidad fue plasmada por
+en un proyecto que aborda múltiples exploraciones, tanto en lo referente al diseño como a la materialidad y los procesos constructivos: antiguas fachadas recuperadas se combinan con nuevas estructuras de estilo contemporáneo, volúmenes de triple altura, juegos de llenos y vacíos, y una notable diversidad espacial conforman un nuevo hito de alto impacto a nivel doméstico y ciudadano.El primer gran desafío de la obra fue la etapabilidad del proyecto, expresamente solicitada en las bases del concurso nacional de anteproyectos convocado por la FADU-UBA hace casi diez años. El proyecto debía generar una estructura que permitiera su crecimiento sin colisionar con el funcionamiento de las áreas. Así, en 2011 se terminó la primera parte de la obra, conformada por las sedes del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCYT), la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y los Institutos Internacionales Interdisciplinarios (I4), entre ellos la fundación Max Planck. El conjunto se completó en 2015 con la inauguración del Centro Cultural de la Ciencia (C3) y la sede administrativa del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).