Un editorial publicado por Fundación Mediterránea advierte que el poder adquisitivo en la Argentina está en el menor nivel desde 2002.
En el editorial firmado por Marcelo Capello y Laura Caullo, los investigadores indican que el salario real se ubica actualmente en el nivel más bajo de los últimos 18 años, aunque su poder adquisitivo depende de los bienes y servicios que se consideren al realizar esa medición.
Para los especialistas de Fundación Mediterránea es cuando se evalúa el salario en términos de dólares que se observa que se caracteriza por una “gran volatilidad”.
“El sueldo de los trabajadores privados formales se ubica actualmente en torno a los 900 dólares, un nivel semejante al de 2001, pero llegó a un piso de 270 dólares en 2002 y trepó hasta 1.650 dólares en 2015, una cifra que se mostró insostenible por la falta de productividad de la economía argentina, con severos problemas de competitividad y deterioro de la balanza comercial”, detallan en el escrito.
Al comparar los números actuales el editorial ejemplifica diciendo que en el primer semestre de 2020 se podía comprar con un salario promedio el equivalente al 9,7% de un vehículo de gama media-baja, sin patentar. “Este poder adquisitivo es algo superior al del año pasado, pero lejos del 12,1% de un automóvil que podía comprarse en 2017, el máximo guarismo de los últimos 20 años”, apuntan.
Asimismo, en términos de metros cuadrados a construir, un salario mensual actual (datos del primer semestre) equivale a 1,44 m2, “el nivel más bajo de los último 13 años, con deterioro continuo en los últimos 5 periodos”. Y los economistas agregan que con un sueldo promedio en la Argentina se pueden adquirir 167 kilos de carne vacuna, “el poder de compra más bajo en 20 años después del piso de 162 kilos en 2010”.
A futuro, será muy difícil recuperar el poder de compra del salario real con un nivel creciente de inflación y la economía en retroceso. “Las discusiones salariales se desactivaron en el primer semestre, pero ahora se están reiniciando. Se negocian acuerdos cortos (de 3 a 6 meses), con mejoras porcentuales o sumas fijas pactadas en relación a la inflación; y si se trata de pactos anuales, los aumentos se sitúan entre el 25% y 30%. Sin embargo, las actividades más golpeadas por las políticas de confinamiento, caso de gastronómicos, comercios, la industria textil y la construcción, enfrentan severas dificultades para una recomposición salarial”, evaluaron desde Fundación Mediterránea. Y agregaron que desde el punto de vista del consumo, “hay que tener en cuenta la gran cantidad de trabajadores involucrados” en esos sectores tan vapuleados.
FUENTE: https://puntobiz.com.ar