Un prestigioso jurado seleccionó al ex molino Marconetti y al edificio Nido de Barranquitas para competir en la etapa final de un concurso que elegirá la mejor obra de arquitectura del país. Concluyó la primera selección del Premio Nacional ARQ-Fadea, certamen que organizan el suplemento ARQ-Clarín y la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos (Fadea) con el objetivo de reconocer, de Ushuaia a La Quiaca, la mejor arquitectura nacional de la última década. En este marco, el edificio del ex Molino Marconetti —donde hoy funciona el Liceo Municipal— y el Nido-Escuela de Trabajo de Barranquitas fueron elegidos en esta instancia.El concurso está dividido en dos categorías (obra pública y obra privada); tres escalas (menos de 600 m2, entre 601 y 6.000 m2 y más de 6.000 m2) y 8 regiones; y la provincia de Santa Fe es uno de los 8 grupos y fueron seleccionados tres proyectos de los cuales dos son los presentados por el gobierno de la ciudad. Superada la primera instancia, se deberá avanzar y llegar a octubre que es cuando el jurado elegirá a la mejor obra de arquitectura del país.“Cuando nos enteramos de la convocatoria postulamos estas dos obras: el ex Molino Marconetti y el Nido de Barranquitas y ambas fueron seleccionadas para la siguiente etapa dentro de la región Santa Fe, es decir que de tres obras presentadas, dos fueron las propuestas por el gobierno de la ciudad. Ahora, hay una sucesión de etapas hasta llegar a un premio final y único, pero ya pasamos la primera y fueron elegidos entre 200 proyectos que se presentaron de todo el país”, manifestó el subsecretario de Obras de Arquitectura, Lucas Condal. Ambos proyectos entraron en la categoría de obras públicas.
El emblemático edificio del ex Molino Marconetti, construido en la década de 1920 en el Puerto de Santa Fe, fue uno de los íconos de la historia económica de la provincia de principios del siglo XX. Su puesta en valor consistió en la conservación de sus guías internas centrales, tratando de cuidar su fachada y estilo originales. Actualmente, allí funciona el Liceo Municipal. Las obras necesarias para el traslado se dieron en el marco de las políticas de recuperación de los espacios públicos; este proyecto en particular, comenzó a concretarse en 2014. Las Escuelas de Diseño y Artes Visuales, de Música, de Danzas y la de Expresión Estética Infantil encontraron un espacio para el desarrollo adecuado de su trabajo cotidiano. Un total de 1.759 alumnos se movilizan a diario para el cursado de esas carreras en el Marconetti.
La intervención en el Marconetti demandó casi millones aportados por el Municipio a través del Fondo de Asistencia Educativa (FAE). Se inauguró en abril del año pasado.El rescate edilicio incluyó, a grandes rasgos, la recuperación de la caja muraria, el reemplazo de cubierta, la restauración de las aberturas, cerramientos exteriores, y la estructura metálica de columnas, vigas y cabriadas originales. En el sector de los silos, además del entrepisado, se proyectó la horadación de las paredes exteriores por medio de cribados de mampuestos, para generar las aperturas de ventilación, iluminación, y visuales.También se trabajó en la recuperación de todo el entorno. Entre otras tareas, se hizo una limpieza de todo el predio y se diseñó una plazoleta de acceso al edificio, con solado de pavimento articulado, con taludes con césped y fue forestado con distintas especies de árboles y arbustos.
El otro edificio que fue seleccionado en este certamen es el Núcleo de Innovación y Desarrollo de Oportunidades (Nido) de Barranquitas. La construcción demandó una inversión cercana a los millones, que se financió con fondos municipales a través del Fondo de Asistencia Educativa (FAE). El gobierno nacional proveyó todo el equipamiento interior que incluye una impresora 3D, entre otros materiales de primera calidad. En el edificio, se desarrollan todas las acciones vinculadas con Escuelas de Trabajo con el objetivo central de brindar oportunidades genuinas a los jóvenes santafesinos en situación de vulnerabilidad.La planta baja del edificio cuenta, en su lado este, con áreas técnicas de apoyo, sanitarios y depósitos. El resto de la superficie es un área flexible que contiene el hall de acceso, la recepción y orientación de jóvenes, una sala de ensayos, el área administrativa y un salón de usos múltiples.
En tanto, los dos niveles superiores del edificio están conformados por un prisma de planta rectangular orientado en sus lados mayores en sentido este-oeste, que alojan los módulos funcionales propios como el gabinete tecnológico, los talleres de textil, reparación de electrodomésticos y estética, aula de clases teóricas y de apoyo educativo, coordinación y administración.
Estos módulos se intercalan con sectores de uso espontáneo y recreativos destinados a reuniones, sectores de ludoteca, biblioteca y área de juegos.