El método consiste en amarrar las botellas rellenas de basura limpia y seca, y utilizar la tierra como pegante para evitar al máximo el uso de cemento, logrando así reducir los costos de la construcción en un 40%, y mejorar la calidad de vida de las personas en situación de pobreza.Cada persona produce diariamente 1kg de basura. La población mundial es de 7000 millones. Las botellas de PET, como las del agua o gaseosas que se consumen habitualmente, tardan entre 100 y 1000 años en descomponerse. Una alternativa para reutilizarlas y reducir su impacto sobre el medioambiente es usarlas para la construcción.El eco-ladrillo consiste en botellas que se rellenan con la basura limpia y seca de los hogares y sirven como material de construcción. Cuentan con el beneficio de ser totalmente aislantes y antisísmicos.Distintos profesionales en el rubro destacan ya la accesibilidad del material, así como la facilidad para aprender la técnica. Su método consiste en amarrar las botellas rellenadas y utilizar la tierra como pegante para evitar al máximo el uso de cemento. Logra así reducir los costos de la construcción en un 40%.La iniciativa se extendió a Argentina, Uruguay y México. En nuestro país, Hogar Dulce Hogar Solidario, un grupo que intenta hacer llegar la arquitectura a sectores sociales que no pueden pagarla reutilizando materiales de reciclaje, utilizó eco-ladrillos para construir una habitación en una casa de Los Hornos. Ignacio Hrbrar, miembro de esta organización de La Plata, comentó que “se trata de un método de construcción más rápido que el tradicional porque no hay que esperar que se seque nada”. Lo que más tiempo lleva es rellenar las botellas.