José Carlos Rubio (Universidad de San Nicolás Hidalgo de Michoacán), ha desarrollado un cemento luminiscente que podría utilizarse para iluminar caminos, carriles para bicicletas y senderos para caminar en la noche sin necesidad de electricidad, usando energía solar. Además, este cemento también podría iluminar edificios y estructuras diversas.Hace nueve años, cuando comenzó el proyecto, se dio cuenta de que no había nada similar en todo el mundo, y así que empezó a trabajar en él. El problema principal era que el cemento es un cuerpo opaco que no permite el paso de la luz a su interior.Está fabricado a partir de polvo de cemento con unas pequeñas escamas de cristal, las cuales se activan cuando entran en contacto con el agua. Los cristales forman un gel que cuando reciben la luz del sol, bloquean la energía disponible, para después emitirla durante la noche.Según Rubio, la producción de cemento mundial en 2015 fue de cerca de 4 billones de toneladas, esto es donde este nuevo material puede tener un mercado ampliamente comercial. Durante las primeras horas, edificios, caminos, carreteras o cualquier forma de estructura con este nuevo cemento absorberían energía solar, para luego emitirla durante la noche durante unas 12 horas.A diferencia de los materiales fluorescentes de plástico con una vida media de 3 años, este nuevo cemento es resistente al sol, no se degrada cuando se expone a los rayos ultravioleta y tiene una vida útil estimada de 100 años. También es ecológico debido a los materiales de los que está compuesto; arena, polvo o barro que se convierten en el gel, cuyo único residuo durante su fabricación es el vapor de agua.Las farolas representan aproximadamente del 25 al 50 % de la energía municipal en la mayoría de las ciudades, con este nuevo cemento las ciudades usarían menos farolas para iluminar. Actualmente, existe en color azul o verde, y la intensidad de luz puede ser regulada para evitar deslumbramientos o reflejos innecesarios.