Luego de que a fines del 2017 se alcanzaran los valores de construcción más altos de los últimos años, en abril del año siguiente comenzó un proceso progresivo de abaratamiento del costo en dólares, tocando bajos históricos durante los meses de pandemia y restricciones estrictas. El piso se tocó en noviembre del 2020, y luego comenzó una recuperación que, hasta el momento y con leves oscilaciones, significó un aumento del costo en el orden del 46%. Solamente durante los meses de este año, la recuperación del costo fue de un 18,4%. Sin embargo, durante el año pasado estaba tan bajo que hoy se mantiene en niveles atractivos en dólares, en comparación histórica. En mayo del 2017, por ejemplo, construir en dólares costaba prácticamente el doble.
La ventana de oportunidad que se abrió el año pasado fue aprovechada por muchos. El descenso provocó un incremento notorio en refacciones y obras en construcción cuando cedieron las restricciones y, además en el acopio de materiales. Lo mismo sucedió con la compra de lotes, que atravesó un boom inédito. El furor por la demanda de terrenos escasos generó que, alrededor de septiembre, se concretaran operaciones en las que se pagaban hasta US$1000 por el metro cuadrado de un terreno.
Si bien la sensación de oportunidad persistía, a partir de noviembre del año pasado los aumentos en dólares empezaron a recuperarse a un ritmo preocupante (30% entre noviembre y diciembre, otro 33% entre enero y abril del 2021), provocando mayor cautela. Claro, con una inflación persistente y el tipo de cambio planchado, el valor de construir en pesos trepaba y la famosa “ventana de oportunidad” se licuaba con creciente velocidad. En abril de este año, sin embargo, dichos aumentos se detuvieron e incluso han bajado levemente (12,5% entre abril y agosto), a medida que el dólar crece.
“Parecería que hasta octubre, hasta las elecciones, el dólar oficial va a estar estable, y por consiguiente el blue también”, vaticina Daniel Bryn, titular de Invertire Real Estate. “Y cuando el dólar está quieto es que se despierta el interés y empiezan los llamados. En la medida de lo posible, es buen momento para acopiar materiales. Después de las elecciones podría comenzar a haber movimiento en el dólar nuevamente”, explica el experto. De lo que no hay dudas, explica, es que “seguimos en los valores de construcción más atractivos de los últimos veinte años”.
FUENTE: La Nación