Al clasificar los diseños eficientes, el potencial inquilino o comprador pueden pedir la etiqueta y hacer una mejor elección de la vivienda, conociendo los gastos que deberá afrontar para refrigerar o calefaccionar su lugar de residencia.
A la par de esta iniciativa local, el gobierno de la provincia de Santa Fe está estudiando entregar incentivos fiscales, bonificaciones o créditos accesibles a quienes obtengan una buena clasificación.
Una vez determinado el consumo, a las viviendas relevadas se le asignará una categoría que va desde la A a la G. Un sistema similar a la que se utiliza para los electrodomésticos.
El Ministerio de Energía de la Nación también está trabajando en un proyecto para etiquetar las viviendas según la eficiencia energética. La iniciativa se implementó por primera vez en Rosario en marzo del año pasado y ya lleva registradas unas 340 viviendas de diferentes barrios de la ciudad.