“En pocos meses Freyre será la avenida más moderna de la ciudad”. Lo dijo el intendente al recorrer la zona donde se ejecutan trabajos de remodelación. En este caso dio detalles de la intervención en el sector entre Catamarca y La Rioja, donde se construyen desagües y un retardador pluvial para mitigar el riesgo hídrico en la zona. “En poco tiempo solo será un recuerdo que esta zona se llenaba de agua con cada lluvia”, destacó el mandatario municipal.
En avenida Freyre entre La Rioja y Catamarca se construye un amortiguador pluvial para mitigar la acumulación de excedentes pluviales durante las precipitaciones. Además se proyecta un tratamiento paisajístico a partir de la incorporación de especias autóctonas palustres. Esto incluye la obra de desagües hídricos en las calles Dr. Zavalla y Tucumán. Hasta allí llegó el intendente José Corral para supervisar el avance de la obra de remodelación de todo el corredor entre General López y Bulevar Pellegrini.
La intervención comprende las 19 cuadras. Actualmente se está trabajando en la obra hídrica del retardador pluvial de calle Catamarca, como así también en la resolución vial de la intersección de avenida Freyre y Bulevar Pellegrini, y en la finalización de la intervención en las cuadras comprendidas entre calle Crespo y Bulevar Pellegrini. En dos etapas, ya fue habilitada parte de la obra sobre la avenida entre General López y Tucumán.
El monto de la obra superará los 147 millones de pesos y se estima que en octubre esté concluida. El proyecto de renovación integral retoma la idea del bulevar como espacio de paseo, y que fuera el origen de esta avenida, priorizando el uso de las áreas peatonales para la circulación, la recreación y el esparcimiento. La intención principal es darle solución a la problemática hídrica en determinados sectores.
En el recuerdo
“En unos meses solo recordaremos que esta zona se llenaba de agua. Vamos a contarles a nuestros hijos y nietos que antes en Catamarca y Freyre se juntaba el agua. Los vecinos y el municipio mismo tenían que cortar esta zona e incluso algún joven o adolescente aprovechaba y se hacía algunos pesos empujando algún auto que se quedaba y eso ahora no va a suceder más, eso va a quedar en el pasado”, manifestó José Corral con orgullo y alegría por los cambios que va a tener esta esquina.
Luego detalló: “En este caso es una intervención que combina desagües. Ya se han hecho en la mano este de Avenida Freyre, la calzada ya está a nivel, ya no está más el badén que había antes y además se hizo un retardador pluvial que se va a llenar de agua durante la lluvia y simplemente después se va a ir lentamente drenando para que vuelva a la condición que tenemos ahora”.
Y cuando no llueva, “será un lugar para sentarse, para disfrutar, tendrá vegetación como estamos haciendo en el resto de la avenida y además contará con paseo peatonal a nivel para que incluso las personas con movilidad reducida pueden movilizarse sin ninguna dificultad”, anticipó el intendente.
En esta intervención, Corral destacó la concreción de la bicisenda con el fin de estimular el uso de la bicicleta “porque es más sano, más saludable y mejora la ocupación del espacio ya que el auto ocupa más lugar”. “Seguimos trabajando a full para que en los próximos meses esté terminado todo el recorrido y así tengamos la avenida más moderna de la ciudad”, afirmó.
Por último, recordó que esta intervención incluye una solución vial a la rotonda de Bulevar y Avenida Freyre, frente al Club Unión “donde se va a poner un sistema de semaforización, eliminando también el badén poniendo a nivel la calzada por lo cual hubo que hacer desagües importantes que van a dar resultado muy pronto, lo vamos a disfrutar y así toda la avenida que, como nos decían los vecinos, hace más de 60 años no se hacían obras”.
Cambio sustancial
Vale recordar que conforme a las políticas de recuperación del espacio para peatones y ciclistas que viene desarrollando hace tiempo el Gobierno de la Ciudad, se resignifica el espacio del cantero central en esta dirección, aunque sin desconocer la importancia del corredor como condensador de flujos vehiculares norte–sur.
Es por eso que el proyecto incluye los cruces de calles a nivel de veredas donde resulta técnicamente posible, dándole continuidad al plano de piso de circulación peatonal. En las bocacalles donde existen pasos transversales de transporte público, o donde existe alguna exigencia de escorrentía pluvial, el cruce de calle se hace a nivel de calzada.
Sobre el cantero central, y a partir de la optimización del espacio de estacionamiento, el proyecto incorpora una bicisenda en sentido norte-sur a lo largo de todo el corredor, como modo de promoción de este medio de movilidad sustentable.
El diseño del paseo contempla todas las premisas de accesibilidad: eliminación de desniveles en el recorrido, vados en zonas de cruce peatonal y losetas hápticas podotáctiles para personas no videntes. Se aborda además, la resolución del nudo vial en la intersección del Bv. Pellegrini, sector donde se recalifica el ambiente urbano, a través de la incorporación de mayores áreas verdes.
En este sector se prevé la adecuación de trazas y modificación de cordones correspondientes, y la realización integral del pavimento de hormigón en el sector. Se contempla, como eje importante del proyecto, la jerarquización de la forestación y el arbolado del paseo, a través de un plan de manejo que permita su conservación y también su renovación para el mantenimiento de su condición ambiental como paseo forestado.
En función de ello, es que se plantea un sistema de losas sobreelevadas para evitar las interferencias con las raíces de los árboles existentes. La intervención incluye la renovación e incorporación de mobiliario urbano (bancos, cestos, bolardos de protección, rampas peatonales, entre otras), la incorporación de columnas de iluminación bajas en el cantero central, y el reemplazo tecnológico de la iluminación vial.