Construir una casa con conservación de energía puede significar un incremento del costo por metro cuadrado de entre el 30% y el 40%, con respecto a la construcción tradicional, si se opta por el uso de materiales nobles y aislamientos especiales.
Además, sumar artefactos que funcionen con las llamadas energías limpias costará hasta tres veces más que los de uso habitual y tomará entre dos y seis años para amortizar la inversión, según cada caso.
Construir una casa de 100 metros cuadrados tradicional hoy tiene un costo de$ 2.360.000, tomando como referencia la evolución de la Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) que da el Banco Central de la República Argentina, y su valor podría superar los $ 3.300.000 si se alcanzara el ideal de la casa verde.
No obstante, acercarse a dicho ideal, incorporando algunos sistemas de aislación y de generación de energías renovables, no significa más del 8% del total de dicha construcción.
El tema es que no se trata únicamente de un cambio de materiales, sino de diseñarla desde un principio para que en el futuro se convierta en una vivienda sustentable, es decir, pensar en la distribución de los ambientes y la elección de las ventanas, a fin de aprovechar el calor en invierno y evitarlo en verano.
Cómo es el cálculo
Según el ingeniero Amílcar Barletta, del Instituto de Energía de la Universidad Nacional de Cuyo, cuando se proyecta una inversión desde el inicio hay que optar por materiales nobles y aislantes, como maderas y placas de yeso, porque tienen un coeficiente de transmisión del calor muy bajo, así como el poliuretano inyectado o el telgopor.
Según el especialista, las aberturas con una adecuada aislación pueden llegar a ser hasta un 40% más caras que las convencionales, pero terminarán incidiendo de forma positiva en el monto final de las facturas de gas y luz. En este caso, recomendó “procurar que tengan buen sello. Optar por aluminio, vidrios dobles, cortinas interiores, persianas y aleros”.
“El aluminio o la carpintería de fibra son materiales más eficientes en zonas de baja temperatura, e incluso se llega a colocar vidrio triple en algunos lugares para reducir las fugas de calor al máximo”, sumó.
“Lo ideal sería tener un sistema de calefacción adecuado para la zona (energía solar), y combinarlo con pisos radiantes”, indicó el ingeniero. Por otro lado, recomendó aislar las paredes que dan hacia el sur, colocando poliuretanos antes del revestimiento final.
Igualmente, la arquitecta Leandra Sarmiento, quien trabaja junto con el ingeniero Barletta en el Instituto de Energía, indicó que se invierte entre un 30% y un 40% más en la construcción sustentable, pero que el ahorro en sistemas de calor a mediano plazo es mucho más significativo.
En este sentido, indicó que es importante que las casas tengan una buena distribución de los ambientes, evitar que la fachada dé hacia el oeste, y colocar aventamientos hacia el norte, así como también, vegetación de hojas caducashacia el norte para que en invierno permitan el ingreso del sol, y en verano protejan a la vivienda del mismo.
Sarmiento señaló que si se diseña una casa desde el inicio para optimizar su conservación de energía, con el tiempo podrán agregársele paneles solares, vidrios dobles y otros sistemas con mucha mayor facilidad que si no se hubiera planteado así desde el principio. Por ejemplo, será importante planear el espacio en el que irá un futuro termotanque o los paneles solares en lugares libres de sombras.
Termotanques y paneles solares
Alexis Atem, uno de los propietarios de la empresa Energe, dedicada a la fabricación de termotanques solares y desarrollos tecnológicos de energía renovable, térmica y fotovoltaica, explicó que los sistemas están optimizados para que rindan de la misma forma que lo hace, por ejemplo, un termotanque a gas.
Para una familia de cuatro personas, la inversión para calentar el agua con energía solar arranca en los $ 24.990 y con ellos se logra un ahorro de hasta el 80%, ya que se trata de algo complementario, es decir que en las horas en las que no haya sol o en los momentos en que la energía radiante no sea lo suficientemente fuerte como para suplir la energía convencional, esta última se activa.
“El termotanque se adapta al sistema que ya existe y cuando no puede funcionar, se enciende automáticamente el otro. Así se reduce el uso de energía convencional en un 80% (promedio anual)”, explicó el empresario.
Por otro lado, Atem explicó que los sistemas solares pueden durar hasta 6 veces más y que se amortizan entre 3 y 7 años, dependiendo del consumo de cada familia.
“Cuando instalamos un sistema solar, lo que hacemos es que el usuario pase a categorías más bajas, con costos de facturación menores”, agregó.
En tanto que para generar energía solar fotovoltaica, se requiere una inversión cercana a los $ 120.000, con períodos de amortización de entre 5 y 7 años, y equipos que pueden durar hasta 30 años (los equipos soportan el granizo, congelamientos, el agua dura y las variaciones de temperatura propias de la provincia). En este caso, las familias o empresas que instalen paneles en sus viviendas pueden aportar la energía que no utilicen a la red eléctrica y descontarlo de su facturación.
“Por ejemplo, si no estás al mediodía en tu casa y los paneles están generando electricidad a esa hora, dicha energía se vuelca a la red, y se descuenta después lo que usás a la noche cuando le comprás energía a la red”, indicó el empresario.
De acuerdo con el director de Ambiente de Godoy Cruz, el único departamento en donde se puede vender el excedente de energía a la red, Leonardo Mastrangelo, un calefón solar estándar se ofrece entre los $ 20.000 y los $ 35.000y puede financiarse con un crédito especial que acordó el municipio con el banco Supervielle, a una tasa del 18% anual y en cuotas.
La experiencia en el departamento resultó positiva y han podido medir que para una familia tipo, de cuatro personas (dos adultos y dos niños), el ahorro fue cercano al 40% del total de la factura de gas, es decir que si en noviembregastaron $ 3.500, al mes siguiente ahorraron $ 1.400.
En el caso de los paneles, se optó por un sistema mixto, quienes los instalaron los utilizan cuando es posible y cuando no, compran el suministro a Cooperativa Eléctrica de Godoy Cruz. La inversión ronda los $ 50.000 y entre el ahorro que genera y la energía que se le vende a la red, es posible amortizarla en 6 años.
Fuente: Bárbara Del Pópolo para www.losandes.com.ar