La fuerte suba del dólar el último mes generó preocupación en esta industria, muy dependiente del gas. Piden reunión urgente con el ministro de Producción, Dante Sica Para la industria dedicada a la producción de ladrillos, la crisis cambiaria desatada a fines de abril tuvo un doble efecto negativo. Por un lado, se encendieron las alarmas por la desaceleración en la actividad, afectada por el cambio de escenario para la toma de créditos UVA, y la anunciada suspensión de nuevas obras públicas por $ 30.000 millones. En este contexto, al freno de algunos proyectos se suma las proyección de un segundo semestre con menos demanda de ladrillos, estiman en el sector.Pero, además, el incremento del dólar de casi 31% desde comienzos de mayo, pegó de lleno en la ecuación económica de las compañías, por la fuerte incidencia de las tarifas dolarizadas de gas. La fabricación de ladrillos es una actividad gas intensiva, a la que el salto de la divisa puso ante la necesidad de reducir el ritmo de producción, pese a que tienen demanda, por el elevado costo de la energía.Hace tres semanas Cerámica Fanelli, empresa del Grupo Unicer, paró una de las dos líneas de producción en su planta del barrio Los Hornos en La Plata. “Si seguíamos operando como veníamos, en julio terminábamos con un rojo de $ 20 millones”, señaló Claudio Moretto, director de Unicer e integrante de la familia controlante de la compañía.Desde entonces se estima que Fanelli dejó de producir unas 15.000 toneladas “por el costo del gas, que tiene una tarifa en dólares”, argumenta el directivo. En la actualidad la empresa produce 1300 toneladas diarias de ladrillos cuando podría estar produciendo 1700 toneladas.Pese a la paralización de la línea 1, Cerámica Fanelli está realizando una inversión de unos u$s 10 millones para montar la tercera línea de producción, que se espera esté operativa para mediados de 2019. En ese momento la compañía proyecta un incremento de la producción de 18.000 toneladas. “Parece una incongruencia que paremos una línea e invirtamos en otra pero esperamos que esto mejore”, señaló Moretto, y agregó que “tenemos la obligación de ser optimistas y mantener las fuentes de trabajo”.Gustavo Ferretti, gerente financiero de Cerámica Ctibor y vicepresidente de la Cámara Industrial de la Cerámica Roja (CICER) destaca que “lo que más preocupa al sector es cuánto subió el dólar en poco tiempo, más que la recesión, el fuerte aumento del dólar tiene un impacto muy grande porque se traslada a precios”.Desde la industria aseguran que la actividad venía bien en la primera parte del año pero “esto cambió a partir de abril, con la crisis cambiaria”, apunta Ferretti. Sobre las tarifas, explica que “el gas es un componene importante en la estructura de costos, porque los hornos se alimentan con gas y la tarifa es en dólares”. Si bien la actividad cayó unos escalones en abril y mayo, éstos fueron meses lluviosos por lo que es difícil evaluar “cuánto fue por el clima y cuánto fue caída por recesión”, explica Ferretti.Desde la cámara sectorial ya mantuvieron reuniones con la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires y pretenden plantearle el tema al ministro de Producción, Dante Sica. Para el nuevo ministro tampoco es un tema menor. En los últimos diez años la industria del ladrillo realizó inversiones por u$s 100 millones y hay en carpeta unos u$s 60 millones más para los próximos cinco años.Es que la industria está avanzando hacia los ladrillos termoeficientes, un diseño de ladrillo hueco (alveolar) que permite el ahorro energético, en línea con la Ley 13.059 de la provincia de Buenos Aires, elevando el costo de construcción de 4% a 12%, en tanto se prevé utilizarlo también en la construcción de viviendas sociales.
Fuente: Diario “El Cronista”