Esta iniciativa, que se lanzó el pasado lunes 24 de julio, es optativa para el vecino frentista, y consta de la pintura de fachadas, retiro de graffitis con hidrolavado e intervención artística en persianas. Para ello, el municipio pondrá a disposición la mano de obra, estando el propietario a cargo del costo de la pintura necesaria.
Desde la Secretaría de Ambiente y Espacio Público se pensó en una convocatoria amplia y abierta.
En este proyecto convergen dos líneas estratégicas fundamentales: en primer lugar, permite profundizar la puesta en valor del Área Histórica de la ciudad y la identidad rosarina, recuperando su pasado y resignificando, en el mismo acto, su presente. A su vez, la participación de artistas reconocidos y emergentes potencia el destacado caudal creativo y estético que define a la ciudad de Rosario, generando nuevos repertorios visuales y, al mismo tiempo, redefiniendo paisajes culturales que promuevan la sensibilización artística.
Una ciudad de muchos colores
Los trabajos estarán ordenados bajo una elección cromática determinada, dándole un sentido estético a los corredores seleccionados. En cuanto a las temáticas elegidas, variará según las características de cada arteria seleccionada. Por ello, en la calle Córdoba, desde Bv. Oroño hasta Buenos Aires, se utilizará la paleta del celeste y blanco, puesto que este corredor está atravesado por sucesos importantes de la historia y la identidad de la ciudad.
Por su parte, en calle San Luis se utilizará la paleta de colores de Juan Grela, un referente cultural para la ciudad. La elección está basada en el periodo que se extiende de 1960 a 1969, trayendo al presente las obras y referencias artísticas de otra época.
Finalmente, se programaron dos corredores paralelos: Mitre desde San Lorenzo hasta San Luis y San Martín desde San Lorenzo hasta Mendoza. En este trazado urbano se utilizará, en el primer caso, la paleta blanco, dorado y negro; en el segundo tramo, la paleta blanco y negro. Ambas parten de la misma base cromática, aunque presentando algunas diferencias.
Esta elección permite pensar a los corredores como un trazado en paralelo que, relacionándose entre sí, configuran una red cuyo efecto estético puede ser visualizado como un todo. La diferenciación de ambas paletas admite, aún en ese diálogo latente, la visibilización de cada arteria urbana con su propia identidad.