A pesar de que en los últimos años hubo un sinceramiento del valor de las propiedades, hoy muchos de ellos continúan fuera de precio. Qué dicen los expertos y qué sucede en Santa Fe.
Mucha oferta, poca demanda y una cantidad de escrituras que continúa lejos de los números históricos. Así se encuentra hoy el mercado inmobiliario: marcado por un sobrestock de viviendas en venta que exacerba la escasez en el mercado locativo.
Uno de los motivos que lleva a esta situación es que ya no hay dueños “desesperados” por vender sus inmuebles. Sobre todo en una economía que no ofrece opciones atractivas de inversión. En CABA, el 70% de los inmuebles están fuera de precio. Se estima que para encontrar comprador deberían caer un promedio de 16%.
Carlos Nicolini, el arquitecto de Black Desarrollos, reconoció: “Hoy se realizan operaciones con aquellos inmuebles que se encuentran con un precio dentro de mercado, haciendo que los que se encuentran desfasados tengan un mayor tiempo dentro de la plaza”.
Nicolini comenta que el mercado inmobiliario santafesino “no es la excepción a la regla” y que en los últimos años ha sufrido varios golpes. Las propiedades cuestan en la actualidad entre un 20% y un 30% menos que en 2018, según la Cámara de Empresas y Corredores Inmobiliarios local. Muchos ahorristas siguen invirtiendo en bienes inmuebles como una opción de refugio de su dinero. Si bien la rentabilidad no es tan alta, fue mejorando gracias a la Ley de Alquileres.
Como consecuencia de este sinceramiento del mercado, hoy casi un 20% de las propiedades se encuentran en “zona de oportunidad”. Es decir, que el valor publicado está por debajo de su precio de cierre.
El segmento más afectado es el usado, principalmente aquellas propiedades ubicadas entre medianeras. Sus precios cayeron el doble que el segmento de pozo y a estrenar. Según los datos de diferentes inmobiliarias, hay una diferencia de precio que se estima en un 20% entre los inmuebles ubicados en edificios y aquellos con vistas más abiertas, más amplios y con servicios.
Sobre qué nos depara en el futuro, Nicolini explica: “tratar de hacer un pronóstico de lo que pueda suceder es difícil, porque la situación no nos permite ver con claridad a corto plazo y cada factor que se modifica afecta directamente a los costos”.
Sin embargo, el fundador de Black Desarrollos afirma que el sector necesita “que la situación se normalice con un dólar estable y reglas de juego claras, lo cual permitiría generar confianza, no solo al mercado inmobiliario, sino a toda la economía”.