La arquitecta argentina Aldana Ferrer García diseñó una ventana extensible como un acordeón que optimiza el espacio de los departamentos pequeños, permite el ingreso de luz natural y suma un rincón seguro y tranquilo a la casa. En 2012 dejó su barrio de Palermo y se mudó a Brooklyn, detrás de un Master de Diseño Industrial que terminó el año pasado en el Pratt Institute.
arquitecta, graduada en la FADU UBA, obtuvo el master con la tesis de la ventana More Sky (Más cielo). Como un acordeón, esta ventana permite optimizar el espacio interior al tiempo que promueve el ingreso de luz natural.
Y además, acerca un poco de cielo y aire libre al hogar, generando interacción con el barrio y el espacio exterior. El usuario puede usar esta ventana como espacio de lectura, descanso o simple contemplación.
Ahora, Aldana vive en un Brooklyn (luego de pasar temporadas en Londres y Tokio), uno de los distritos más pintorescos de Nueva York, con sello propio. Los típicos ladrillos rojizos, sin balcones, y las ventanas que sólo se abren por la mitad, fueron su fuente de inspiración. “Es un barrio precioso, histórico, con áreas verdes y sitios emblemáticos. Se vive una vida tranquila, no tan abrumadora como en Manhattan. Pero los espacios son apretados. Así nació esta ventana, que por ahora es un prototipo”, señala Aldana, que está en la etapa de conseguir la patente e inscribir su proyecto bajo la ley de propiedad intelectual. “Transformar la casa en un hogar, mirar la lluvia desde adentro en un rincón seguro y calentito, y rodearse de luz natural. De eso se trata el proyecto”, comenta la arquitecta, que antes de dejar Buenos Aires, dio clases en la FADU UBA, en Teoría de la Arquitectura (cátedra Forster). Entre sus trabajos, participó en los proyectos del Hipódromo de Palermo y Tecnópolis.
En tanto pone en orden los requerimientos para empezar a producir la ventana, Aldana trabaja como Project Manager en el estudio de Laura Kirar Design y desarrolla en Antigua, Guatemala, una colección con artesanos. Aldana forma parte de una cooperativa,
que articula las producciones que apelan a la sustentabilidad económica y cultural de Guatemala. El proyecto incluye el armado de una tienda online con parámetros de comercio justo y un catálogo para el Museo Casa del Tejido Antiguo, que releva distintos textiles, piezas y materiales.
Cuando le queda tiempo, la arquitecta argentina extraña las empanadas, la pasta frola y la visita de sus amigos.