” Que va a pasar en el mercado inmobiliario después de la pandemia dependerá muchísimo de lo que dure y de sus secuelas, de como se sostengan cada industria, comercio o empresa después de ella.
Hasta el momento no ha surgido alguna solución para combatirlo en ninguna parte del mundo y el resultado será distinto si esta se encuentra en un tiempo breve o si se descubre después de muchos meses.
Respecto a las propiedades, puede esperarse que la tendencia marque que los precios vayan a la baja, básicamente basado en que habrá una menor demanda porque el excedente para ahorrar e invertir se ha reducido.
Los inversores y compradores del real estate – profesionales, comerciantes, empleados, empresarios, retailers, empresas o personas – utilizan los excedentes y ahorros que provienen de sus actividades. Entonces, y salvo que hablemos de la necesidad de una vivienda única, no se trata de una operación de primera necesidad, por lo que posiblemente la actividad se haga un poco más lenta y encontremos una menor cantidad de personas con liquidez para comprar.
Si somos optimistas y la pandemia finalizara en un tiempo relativamente corto, el impacto no debería ser tan fuerte y la vuelta a la normalidad podría pensarse en 6 meses o 1 año.
Pero si se prolonga, el panorama se volvería mucho más complejo y podría generar la ralentización de un montón de proyectos, su postergación o incluso su cancelación.
Sin desconocer la importancia sanitaria que tiene la cuarentena, debemos pensar que hacer para motorizar minimamente la industria.
Por el lado de la construcción – asegurándose de tomar todas las medidas de seguridad y el distanciamiento social -, esta debería reactivarse lo antes posible. Es un rubro muy complejo que involucra a un gran número de industrias, posee infinidad de contratos vinculados y sería peligroso detenerla por mucho tiempo.
Desde el punto de vista inmobiliario, precisamos que la gente pueda acceder a sus cajas de seguridad ( que ya se ha dispuesto), que el Colegio de Escribanos pueda funcionar en algún formato para poder certificar a distancia y permitir actos públicos – contratos, boletos, etc- y que se disponga de una guardia en el Registro de la Propiedad Inmueble que nos permita obtener los informes de dominio e inhibiciones de manera remota.
Respetando la cuarentena y con todos los cuidados necesarios para no poner en peligro la salud, entendemos que el problema no es que la gente no quiera o no pueda comprar sino que por el momento no tiene las herramientas necesarias.
Implementarlas permitiría que la industria no se paralice totalmente “.
Miguel Ludmer. Director de Interwin