La Cámara de la Vivienda y Equipamiento Urbano de la República Argentina presentó a la Ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, Arq. María Eugenia Bielsa, el plan que fuera elaborado con el propósito de construir 100.000 viviendas anuales.
El programa parte de la base mantener la UVA u otro sistema automático de ajuste similar (desde ya debidamente consensuado y aceptado por todos los partícipes), tanto para los precios de las viviendas, cuanto para las cuotas resultantes y para el pago de los certificados de obra, como manera eficaz de terminar definitivamente con los problemas asociados a mecanismos de actualización, muchas veces zonales, otras tantas ininteligibles y muchas más sujetas a un elevado grado de discrecionalidad que complica, dificulta y muchas veces imposibilita aplicar el criterio de seguridad jurídica para todas las transacciones asociadas a un plan de viviendas: su presupuesto, su costo objetivamente real, su construcción, su pago y su recupero.
Por otra parte, la incorporación de las empresas privadas como partícipes del programa requerirá básicas condiciones de estabilidad, algunas de las cuales han quedado enunciadas en el párrafo precedente, que aseguren su interés y la viabilidad de sus aportes.
Es del caso aclarar que el plan elevado, apunta a un sector que puede pagar, de alguna manera, la vivienda que recibirá, esto es, a aquel segmento que con ninguna, o con más o menos ayuda estatal, accederá al dominio de su casa. El programa no incluye, entonces, a quienes requieran una vivienda fuera del régimen de la propiedad, es decir, a quienes, por propia decisión o por su situación socioeconómica no podrán o no querrán acceder a una vivienda sino bajo el régimen de la locación o del comodato social.
El programa que propone CAVERA, motivado por esos dos flagelos: el déficit de viviendas y la desocupación laboral, está basado en la necesidad de encontrar las fuentes de financiación y, a la vez, el proponer algunas premisas básicas para evitar demoras en la ejecución de las obras y asegurar la prosecución del programa, incrementando anualmente la cantidad de viviendas a ejecutar.
Los puntos destacados del programa
» Que el aporte de los capitales necesarios sea realizado en forma compartida entre el estado e inversores privados.
»La actividad privada participará de los emprendimientos aportando terrenos y el 50% de las inversiones necesarias en las obras, a través de Entidades Intermedias, Empresas Constructoras y Gremios (h.pag.1), para lo cual será necesario que el Gobierno Nacional facilite el acceso al crédito bancario atemperando las exigencias en las garantías.
» Generará 73.000 puestos de operarios de la construcción, 10.000 puestos de técnicos y administrativos y 60.000 puestos de trabajo en las industrias de insumos.
»El Programa será un verdadero dinamizador de la actividad laboral y económica y auténticamente federal por la cantidad y tamaño de los emprendimientos (más de 1.000 con no más de 100 viviendas cada uno) por lo que se desarrollará en numerosos pueblos y ciudades diseminados en toda la geografía de nuestro país.
Fuente: CAVERA