La iniciativa, pensada por vecinos y otras organizaciones sociales, apunta a garantizar el paso y proteger a transeúntes de los escombros generados tras la construcción de obras, y que, de este modo, pueden trasladarse sin inconvenientes sobre la vereda. Esta idea surge ante la preocupación de vecinos que, mediante reuniones, debates, y planteos a las autoridades, buscan hallar una solución a obras y levantamientos de edificios que ocasionan problemas a la hora de poder circular con normalidad, y para las cuales no existe ningún tipo de control al respecto que aseguran la circulación de peatones. Entre los problemas que más afectan a los ciudadanos, se encuentra, por un lado, el que se refiere al estacionamiento de vehículos que obstaculizan la normal circulación de personas y, por otro, el escaso control que se realiza respecto a los volquetes contenedores de escombros. “Gastan millones de pesos en un edificio de 10 pisos o más y no pueden garantizar una vereda en donde las personas, que llevan a sus hijos en los cochecitos, transiten sin problemas” , manifestó una vecina al Diario UNO.Además, los comerciantes también exponen sus quejas porque se ven perjudicados por la falta de circulación en la zona a causa del mismo tema.En el caso de que se concrete el contacto, servirá para elaborar algún tipo de preproyecto que será tratado recién en marzo, cuando se retomen las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante. La Municipalidad de Paraná salió a controlar el estado de las veredas de los frentistas. Un gran porcentaje ya se arregló. Ahora piden que los inspectores de la comuna visiten las obras en construcción y, si es necesario, que garanticen la normal circulación.