El Municipio lleva gastados 7 millones de pesos en la atención de la emergencia por las tormentas y pide “auxilio financiero” de la Provincia. Pero presentó también un plan de obras que incluye el saneamiento completo de la cuenca del canal Sur, el entubamiento de calle Tucumán y el del canal de calle Cerdán.
En el caso de Rafaela, el tratamiento de la problemática hídrica no tiene demasiados secretos: los proyectos están y se sabe lo que hay que hacer para evitar inconvenientes en caso de lluvias excepcionales como las que están impactando tan fuertemente en esta región desde el inicio del verano. La cuestión es de dónde sale el dinero. Si el Gobierno santafesino esperaba que el Municipio rafaelino hiciera una digestión tranquila del anuncio de la concreción de la gigantesca obra del canal Norte, que demandará 128 millones de pesos que aportará el Estado provincial (el 6 de febrero se abrirán los sobres de la licitación ya convocada) se equivocó. El viernes, los funcionarios rafaelinos que concurrieron a la reunión convocada por el gobernador Lifschitz para analizar la emergencia de las inundaciones, dejaron en la Casa Gris el menú completo de los próximos platos que, esperan, el Gobierno provincial contribuya a solventar. Se trata de un paquete de obras que prevé una inversión total de 400 millones de pesos aproximadamente, muy por encima de las posibilidades del Municipio.
Por supuesto se trata de proyectos a largo plazo. Pero incluyen el saneamiento completo del canal Sur –fundamentalmente desde donde finaliza el entubado de avenida Fader, a la altura del cruce con Dimas Mateos, hasta Río de Janeiro, a través de los barrios La Cañada, Villa Podio y Villa del Parque-, la concreción del proyecto completo de las lagunas de retardo en la zona suroeste; el entubado de Cerdán, en el extremo noroeste: y el entubado de calle Tucumán, actualmente paralizado a la altura del cruce con avenida Brasil, pero cuya concreción –hasta avenida Santa Fe- permitiría sanear completamente los barrios del centro.
Si bien no todas las obras son obligación de la Provincia, el Municipio tiró sobre la mesa esos proyectos porque las cuentas son muy altas como para afrontarlas con el presupuesto propio de la administración local. Sobre todo en el canal Sur y en las lagunas de retardo, que forman parte del complejo hídrico de la región, toda vez que por esos canales se deriva gran parte del agua que viene de zonas rurales de la región.
En la reunión del viernes, a la que asistieron el jefe de Gabinete, Eduardo López y el presidente del Concejo –en ejercicio de la titularidad del Ejecutivo-, Silvio Bonafede, hubo también un reclamo puntual. La Municipalidad quiere que la Provincia la auxilie financieramente para enfrentar los costos de los temporales de principios de enero, que dejaron cuantiosas pérdidas en la infraestructura de la ciudad.
“Nosotros esperamos en primera instancia tener un auxilio financiero, porque llevamos gastados más de siete millones de pesos con fondos del Municipio, dinero que se utilizó para responder a la situación de emergencia planteada. La inversión total para recuperar a la ciudad será de 46 millones de pesos. Necesitamos un auxilio porque hubo un compromiso de funcionarios de la Provincia que estuvieron en la ciudad, en el sentido de darnos una mano para recuperar a la ciudad. Hasta ahora no tenemos una respuesta sobre eso. Y queremos saber cómo vamos a continuar, que nos va a llevar unos dos meses más afrontar todo lo que resta por hacer”, anticipó López.
“Además, queremos darle continuidad al programa de saneamiento hídrico y presentamos más proyectos, para tener financiamiento. Entre todo, que incluye el tratamiento completo de la cuenca del canal Sur, las lagunas de retardo, la terminación del entubado de calle Tucumán, el entubado de calle Cerdán, que entre todos requieren un financiamiento de 400 millones de pesos. Queremos saber con cuánto puede contribuir la Provincia para esto y para evitar que los rafaelinos tengan riesgos de anegamientos”, agregó el Jefe de Gabinete.
Bonafede, por su parte, apuntó que “hay un dato que no es menor: en la inundación del 2007, donde se anegaron los barrios del Oeste de la ciudad, se registraron lluvias menores a las de este año. Ahora, con una lluvia mayor, no hubo que pasar por esas situaciones. Eso demuestra que hubo una clara decisión política de invertir en desagües y las muestras están a la vista: se volaron techos, pero no hubo inundaciones. Esto sí ocurrió en el resto del Departamento, donde evidentemente no hay inversiones en absoluto para garantizar el funcionamiento de los sistemas de desagües. Hay productores que han perdido todo”, destacó el presidente del Concejo.
Los funcionarios se mostraron escépticos sobre la llegada de recursos en la medida de lo necesario. “Por ahora solo se anunció la conformación de un fondo de doscientos millones entre Nación y Provincia para asistir a los municipios y comunas. No hubo respuestas todavía, y nos vinimos con la sensación de que si no hay una firme intención de invertir en obras de saneamiento hídrico, este tipo de situaciones van a seguir repitiéndose”.
El Jefe de Gabinete lamentó que “se generan peleas entre vecinos. Hay presidentes comunales que se solidarizan y otras veces se desencuentran. Al no haber una visión estratégica sobre el escurrimiento, que tenga el aval de financiamiento y que responda a estudios de ingeniería”.